lunes, 22 de febrero de 2010

La metamorfosis

Yo era un hombre. Eso es lo que figuraba en mi documento de identidad y lo que la mayoría de mis amigos y conocidos estarían gustosos de confirmar, bueno, salvo una antigua pareja que, por algún extraño motivo, gustaba de referirse a mí en sus cartas –especialmente las últimas- como 'Querida rata inmunda...' Pero para el resto, yo era un hombre. Y así lo seguí siendo hasta aquel terrible despertar.

No comprendía qué me sucedía, pero algo había cambiado. Mis miembros ya no estaban allí –y probablemente no estuviesen en ningún lugar-, los órganos se habían evaporado a través de mis poros y la carne se había transformado en material sintético.

Sólo permanecía mi mente y merodeándola, unas palabras sin sentido: 45% lana, 50% poliéster. Estaba confundido: no sabía qué había ocurrido, desconocía quién era y, lo que más me atormentaba, dónde demonios se habían dejado el 5% que me faltaba.

Así, criatura misteriosa e incompleta, exploré mi nuevo mundo con el asombro de un recién nacido. Mas no hallé suculento pecho que llevarme a la boca, sino el frío metálico de otra extraña criatura que con igual torpeza se esmeraba en establecer una comunicación primitiva conmigo. Pero cómo relacionarme con alguien, si no conocía mi identidad, carecía de manos y no tenía boca con la que hablar; tan sólo una miserable visera de felpa… ¡Y qué narices era una visera de felpa!

Orbité un par de ocasiones el cuerpo desconocido. Reconozco que la criatura se esforzaba en contactar conmigo, pero yo no sabía cómo reaccionar. Concluí que la culpa no era suya y el problema era yo, seguramente se merecía algo mejor, bueno, ya encontraría a alguien, pensé –en ese instante, por algún motivo, recordé los tiempos en los que era hombre-.

Allí no tenía mucho más que hacer, así que retrocedí, sintiéndome sucio y recordando que debía ser lavado a mano. Regresé a mi rincón, cerré los ojos y soñé que había soñado con Kafka.

-José-

4 comentarios:

  1. Esta gorra con visera desea disculparse por hacer sus deberes tan tarde. Sin pretender que sea excusa debo decir que últimamente el lunes por la mañana es el único momento ocioso que dispongo.

    P.D. Me refiero a los deberes intelectuales. Los otros son un tema más complejo...

    -José-

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  2. Jajajaja. Al menos has hecho los deberes intelectuales. Y eso está bien. LO de los otros deberes es un tema polémico...Para todos.

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  3. Más que polémico, difícil diría yo, al menos en mi caso. Yo los haría gustoso, incluso los repasaría varias veces para que quedaran bien.

    Pero encontrar a alguien (mujer preferiblemente) que los quiera hacer conmigo es lo que se me antoja tremendamente complicado... Qué triste...

    En fin, a ver si antes de que acabe el curso lo consigo.

    Raúl

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  4. No lloréis tanto. No lloréis tanto.

    maría

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